El 11 de septiembre de 2020 se inició la temporada de proyecciones diarias de documentales con la inauguración del ciclo Chile, cine obstinado. La organización esta muy feliz de poder recibir nuevamente a los espectadores en los dos cines del Centro Pompidou, a pesar de que la situación sanitaria en Francia sigue siendo muy tensa: los espectadores deben usar máscaras durante las proyecciones y solo pueden completar un aforo del 60%. Como excepción en la noche de apertura, los dos cines pudieron abrir a sala llena, logrando dar la bienvenida a todos los presentes. Casi 300 personas estuvieron presentes.
La realización de un ciclo de documentales chilenos ha sido una idea fuerte desde hace bastante tiempo para el equipo organizador y el estallido social que comenzó en octubre pasado y la muy difícil situación en la que se encuentra el país en este momento, solo fortaleció la convicción que tenía la organización de realizar el ciclo, y ahora. Una urgencia que se corresponde totalmente con la urgencia visible en muchos documentales chilenos.
Es la urgencia que motivó a Patricio Guzmán y sus amigos a filmar los últimos meses del gobierno de Allende y su caída, en La batalla de Chile, es la urgencia visible en No olvidar de Ignacio Agüero o Calle Santa fe de Carmen Castillo. Quizás sea sobre todo la urgencia de mostrar lo que está sucediendo en Chile Ahora, a través de muchas películas recientes y las imágenes del estallido social.
La retrospectiva comenzó el 11 de septiembre y aunque fue más una coincidencia que una elección deliberada, fue reconocido como un gesto importante, por parte del público parisino y de los chilenos. La proyección de La batalla de Chile y Chile memoria obstinada conmovió hasta las lágrimas a los numerosos espectadores y esta emoción se mantendrá, sin duda, durante estos meses.