Hasta el 30 de junio se recibirán las películas que aborden temáticas indígenas de Abya Yala y el mundo, para confluir en el evento de cine y comunicación más relevante del territorio mapuche. Este año se llevará a cabo entre el 17 y 21 de octubre, en la ciudad de Temuco-Ngulumapu.
Fuente: FICWALLMAPU
La ciudad de Rosario, en Puelmapu (Argentina) fue el lugar escogido para dar a conocer las bases, premios, criterios de selección y categorías establecidas para la recepción de películas de uno de los eventos culturales más relevantes de la región, que desde hace tres años se realiza en Argentina y Chile.
La convocatoria, abierta y gratuita, se dirige a realizadores/as que trabajen en torno temáticas indígenas. Cuyos contenidos reflejen y potencien los derechos, expresiones culturales, procesos organizativos, preservación de costumbres y el ejercicio del libre derecho a la comunicación de los Pueblos Indígenas.
Sobre los criterios de selección Jeannette Paillan, directora del Festival, señala la importancia de incluir “materiales que contribuyan a sacar a los pueblos indígenas de esa coyuntura tan roja y televisiva, y poder dar cuenta de lo que están haciendo desde distintos ámbitos para revitalizar la cultura”. De este modo, la invitación a postular es también un desafío a innovar las propuestas. Por lo que garantiza que los asistentes “verán expresiones artísticas asociadas a otros formatos, como la animación o lo experimental”, señaló la también documentalista mapuche.
Las obras elegidas serán parte de la Muestra Oficial del Festival y -en caso de ser reconocidas por el Jurado Internacional- se incluirán en un DVD recopilatorio que circulará y se difundirá de forma gratuita en visionados itinerantes por diferentes territorios, Lof, comunidades y establecimientos educacionales, vecinales y comunitarios con el fin de darle movilidad al cine con pertinencia originaria.
En coherencia con la oralidad de la cultura mapuche, el FICWALLMAPU es un espacio que trasciende al acto de ver películas. Por esto, durante la semana del 17 al 21 de octubre se realizarán talleres (Mapulab) y un Foro de Comunicación Indígena, además de los característicos conversatorios al término de cada muestra. Esto bajo el entendido de que “el cine, y el arte en general, dan la oportunidad de desarrollar otras perspectivas de diálogos sobre temas que a veces son incómodos para algunas personas”, señala Loreto Bustos, productora del evento.
Pese a las dificultades para costear el evento, Loreto destaca que hasta ahora la apuesta ha sido “democratizar el acceso a la cultura y llevarla a otros lugares, con postulaciones y acceso liberado”. Por lo tanto, “es un trabajo que se hace a mucho ñeque, con la energía de la gente que está interesada en el tema y que siente que este es un aporte a la región”, haciendo referencia al trabajo voluntario de personas de la Araucanía, del norte de Chile y de otros países, muchos de ellos de la red de la Coordinadora Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas (CLACPI) con la cual tienen mutua colaboración.
Aunque el Festival no se define competitivo, aprecia el compromiso que las películas seleccionadas tienen con los pueblos representados. Razón por la cual el Jurado destacará las propuestas audiovisuales que potencien las siguientes áreas: Derechos de las mujeres indígenas; Defensa del Territorio; Defensa de los Derechos de los Pueblos Indígenas; Aporte a la identidad indígena; Mejor Ficción; Mejor Documental; Mejor Cortometraje (hasta 15 minutos); Mejor serie televisiva; Aportes a los nuevos lenguajes audiovisuales indígenas; Cine y video indígena pichikeche (infantil).
Gracias a alianzas nacionales e internacionales se garantizan dos premios, pudiendo sumarse más. El primero es de la Dirección de Asuntos Culturales (Dirac) al mejor realizador indígena, quien podrá viajar a Guatemala al XIII Festival Internacional de Cine y Video de los Pueblos Indígenas Ficmayab 2018; el segundo, premiará por segundo año a la mejor obra de Wallmapu con una beca de especialización en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba.
Incentivo que el año pasado destacó el corto animado Nahuel, una leyenda mapuche, del joven realizador Jesús Sánchez. Al respecto, el autor señala que “fue una excelente plataforma para dar a conocer nuestro trabajo, además de ser un importante impulso para seguir creando y explorando nuevas obras, potenciando el lenguaje y las técnicas ya utilizadas”, haciendo referencia a la confección y animación de marionetas que dieron vida a los personajes del tradicional epew.
Para inscribir sus trabajos, las y los realizadores sólo deben llenar la ficha disponible en la página web o por la plataforma internacional Festhome.